Inaugurado en 1936 para recordar el cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires, es obra del arquitecto Alberto Prebisch, uno de los principales exponentes del modernismo argentino. Se ubica en el lugar donde fue izada por primera vez la bandera nacional en la ciudad. Quien visita Buenos Aires no puede dejar de fotografiar este monumento, ubicado estratégicamente en la intersección de dos de las avenidas más importantes: la 9 de Julio, entre las más anchas del mundo, y la “calle” Corrientes, uno de los principales polos culturales de la ciudad.
Con una altura total de 67,5 metros y una base de 6,8 metros por lado, el Obelisco posee una única puerta de entrada (mirando hacia la Avenida Corrientes en dirección oeste), detrás de la cual hay una escalera marinera de 206 escalones con 7 descansos que lleva a la cúspide. Allí existe un mirador con cuatro ventanas, visibles desde la calle. Y por encima de ella, el monumento emblema de Buenos Aires culmina en un pararrayos que no logra divisarse a simple vista. Actualmente está prohibido el ingreso.
El Teatro Colón de Buenos Aires es una de las salas de ópera más importantes del mundo. Su rico y prestigioso historial y las excepcionales condiciones acústicas y arquitectónicas de su edificio lo colocan al nivel de teatros como la Scala de Milán, la Ópera de París, la Ópera de Viena, el Covent Garden de Londres y el Metropolitan de Nueva York.
Su construcción, que duró casi 20 años, es obra de los arquitectos Francesco Tamburini, Victor Meano y Jules Dormal. La sala central, en forma de herradura, es considerada como una de las de mejor acústica en el mundo. Su cúpula, que fue decorada por el pintor argentino Raúl Soldi.
La Plaza de Mayo es la más antigua de Buenos Aires y escenario de todos los acontecimientos políticos más importantes de la historia argentina, a excepción de la Declaración de la Independencia.
Su nombre es en homenaje a la Revolución del 25 de Mayo de 1810, que ocurrió en esta misma plaza y que dio inicio a la gesta de la Independencia argentina, a partir de la cual se comenzó a elegir una forma de gobierno propia. Es también el lugar donde fue fundada por segunda vez la Ciudad, el 11 de junio de 1580 por Juan de Garay, con el nombre de Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre. Alrededor de esta plaza fue creciendo la primitiva aldea, hasta que se convirtiera en el centro político del país. Bordeando la Plaza de Mayo se ubican varios edificios históricos y gubernamentales: el Cabildo, la Catedral Metropolitana (donde ofició misa el Papa Francisco durante más de 20 años), la Casa de Gobierno (conocida también como Casa Rosada, sede del Gobierno Nacional y donde se encuentra el célebre balcón de Perón y Evita), el Palacio del Gobierno de la Ciudad, bancos y ministerios.
Desde 1890, en que se realizó el primer acto político de masas (cuando se fundó la Unión Cívica, partido político que luego dio origen a la actual Unión Cívica Radical), se ha convertido en escenario de grandes manifestaciones sociales y, a partir de 1977, el lugar de reunión de las Madres de Plaza de Mayo, que reclaman por sus hijos desaparecidos durante el último proceso militar.
Es el barrio más nuevo de la ciudad de Buenos Aires y lo último en tendencia arquitectónica. Emplazado en una franja ribereña donde se erigen antiguos docks (enormes galpones donde en el pasado se almacenaba la carga que traían los buques que llegaban al puerto) que fueron reciclados para dar vida a elegantes oficinas y lujosos restaurantes. El proyecto, que se elaboró en 1991, fue ideado con el fin de integrar el puerto a la ciudad, como una prolongación de su centro.
Por su vida nocturna se la conoce como “la calle que nunca duerme” y esto se lo debe principalmente porque alrededor del Obelisco, entre la calle Esmeralda y la Avenida Callao, posee la mayor concentración de librerías, teatros, pizzerías y bares de Buenos Aires, algunos de ellos considerados "Notables”.
Fue testigo de la época de oro del Tango, ya que en sus bares, teatros y cabarets se reunieron y tocaron los grandes músicos de las décadas de 1930, 1940 y 1950, a tal punto que el mítico cantor Carlos Gardel vivió muy cerca de ella.
Este palacio, sede del Gobierno nacional, ocupa el predio donde se erigió el Fuerte de Buenos Aires en 1580. Fue residencia de virreyes españoles y luego albergó, con muy pocas reformas, a las autoridades de los sucesivos gobiernos patrios. Pasó por un tiempo al olvido pero recuperó protagonismo como sede del gobierno político a partir de 1862, cuando Bartolomé Mitre se instaló allí con sus ministros, remozando la antigua residencia oficial del fuerte. Su sucesor, Domingo Faustino Sarmiento, decidió embellecer la sede del Poder Ejecutivo Nacional, dotándola de jardines y pintando las fachadas de color rosado, característica que la dio el nombre de Casa Rosada.